17/04/2017

¿Puedo demandar a mi dentista por mala praxis?

Aunque las profesiones relacionadas con la salud bucodental están reguladas por los distintos colegios profesionales de Odontólogos y Estomatólogos, resultan comunes los casos de pacientes descontentos con los servicios realizados por los dentistas: prácticas dolorosas, infecciones bucales, parestesia, movilidad e, incluso, pérdidas de piezas dentales son algunos de los problemas que nos los afectados por una presunta mala praxis cometida por el profesional al cargo. Aunque  los daños ocasionado sean evidentes, debe contar con ciertos requisitos para poder demandar a su dentista y reclamar la indemnización correspondiente.

La importancia del informe pericial

Aunque en la Odontología (como en todas las disciplinas médicas) no existe una exactitud del 100% en la predicción de los resultados, los profesionales pueden prever si un tratamiento subsanará un problema o si, por el contrario, podría ser peor el remedio que la enfermedad.  Si considera que, tras una extracción, implante, ortodoncia u otra intervención realizada por su dentista ha sufrido secuelas derivadas de una mala praxis, puede demandar y reclamar una indemnización. Sin embargo, no basta con su testimonio en primera persona: un perito médico debe determinar el alcance de los daños. Este informe pericial será crucial para la valoración del asunto por los tribunales: una clínica de La Coruña fue condenada por la Audiencia Provincial a pagar a un cliente más que insatisfecho unos 14.000 euros más intereses en concepto de indemnización tras realizar prácticas incorrectas según los peritos.

Si su dentista no cumplió con lo acordado en el comienzo de la relación contractual, puede demandarle por incumplimiento de contrato: debido a que se ha llevado a cabo un servicio que, o bien no ha sido finalizado o bien ha terminado con un resultado distinto al esperado, usted podrá presentar el contrato firmado (en el caso de que lo hubiere) y mostrar su inconformidad con las cláusulas específicas que considere: aquellas que traten el resultado final de las prácticas realizadas (por ejemplo: colocación de implantes, realización de empastes, sustitución de piezas, etc) así como la finalidad de las mismas. Esto es: si ha sufrido consecuencias derivadas de la colocación de un implante que le impide realizar la actividad que subsanaría.

Demandar o llegar a un acuerdo: ¿qué es lo recomendable?

Como en la mayoría de los procedimientos en los que el consumidor reclama un mal servicio a una entidad o profesional, el afectado debe dirigirse por escrito al responsable de la clínica dental, detallar los hechos, mencionar los implicados (el odontólogo, ortodoncista o auxiliar en cuestión) y los resultados que sufre debido a las prácticas realizadas, así como su petición de reparación de los daños causados. De esta forma, quedará constancia de su reclamación y, si la clínica no le ofrece una solución acorde a sus necesidades, será el momento de acudir a la justicia a través de la vía civil. Sin embargo, puede que su clínica (o, en su caso, la marca asociada a una franquicia) se dirija a usted antes de que acuda a los tribunales.

No llegar a juicio puede suponer un éxito para usted. Si el odontólogo le ofrece un acuerdo extrajudicial por el cual, según le asegura, podrá solucionar sus problemas derivados de una mala praxis, evitará un largo y tedioso procedimiento que quizá aporte más gravedad a sus daños (por ejemplo, en casos de infección, pérdidas de piezas, etc). Sin embargo, deberá revisar el acuerdo con sumo cuidado: contar con el asesoramiento de un abogado especialista en negligencias y derechos del consumidor será esencial para que el dentista no vuelva a causarle un problema, sino que de una vez por todas, lo solucione. Si se encuentra en una situación similar a la que comentamos, contáctenos sin compromiso: puede llamarnos al 900 100 039, o bien, enviarnos su consulta a través de este formulario.

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